HARTO
Una vida de insultos, golpes inesperados, comida apestosa... Recordaba
cuando se acercaba en busca de una caricia sosegada, una sonrisa alentadora. A
ese individuo le había salvado de una muerte segura, cuando borracho intentó
pasar las vías del tren, y tuvo que tirar de él para que no lo arrollara la
locomotora. La lealtad sumisa e incondicional no era suficiente para aquel tipo
despojado de su humanidad. De hecho, vivía solo. Su familia se fue o huyó de
aquella vida desgarrada.
Así se lo dio a entender al gato mientras atravesaban el bosque hacia
una dirección desconocida. A pesar de hablar diferentes idiomas, el felino era
inteligente y lo entendió perfectamente. Suspiró un "miau" como señal
de asentimiento.
Primer finalista del Concurso de Microrrelatos Queridos Animales convocado por Letras con Arte.
Qué bueno... enhorabuena! ;)
ResponderEliminarGracias Sergio por tu comentario!! Me alegra que guste.
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