jueves, 27 de octubre de 2016

RELATO POR ENTREGAS


MUERTES COLATERALES
CAPÍTULO 3

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Mi mujer está cada vez más nerviosa. Ya he dicho que casi me lo esperaba. Sus antecedentes en trastornos mentales son tan largos como la Biblia. Depresión, ataques de pánico, alucinaciones, paranoias, etc. La intento tranquilizar, diciéndole que no pasa nada, que son asesinatos seriales, que se han producido por algún motivo, que ella seguramente no encaja en el perfil de la mente del criminal. Esto la ha puesto furiosa, ¿cómo se yo eso? ¿Cómo sé que no la van a matar a ella? Miriam también era una persona normal. No puedo con ella, no tengo intención de matarla, pero como siga así, voy a tener que introducir algo innovador en todo este espectáculo, que por otra parte, no es ningún plan preestablecido ni mucho menos. Esas mujeres murieron porque eran tóxicas. Fue Miriam la que comenzó amenazándome cuando me vio un día conversar con Eli, una de las prostitutas. Tuve que matarla. Luego Eli se encaprichó conmigo y acabó también del mismo modo. Finalmente el asesinato de Cris fue circunstancial, ya que era la mejor amiga de Eli, y solo tuvo que atar unos cuantos cabos para acusarme directamente de las muertes. Las notas eran avisos para navegantes.



Hoy me ha ocurrido algo espeluznante, horrible, paranormal. Cuando acudía con mi coche a mi trabajo, como cada día, he pasado al lado de una chica que al principio me ha parecido ser una conocida más. Pero al acercarme a la acera y mirarla bien me he dado cuenta de que era Eli. La misma minifalda rosa, el top blanco, tez morena, gafas de sol. Me ha sonreído. No puede ser, yo la maté con mis propias manos. Luego he ido a una gasolinera, pensando que había sido mi imaginación traicionera, y he entrado a comprar unos chicles a la tienda. ¿Y quién estaba allí? ¡Eli! otra vez, comprando unas galletas. Se ha acercado a mí y me ha dicho en un susurro: "la próxima vez asegúrate bien de lo que haces". Esto no puede ser. He echado a correr y al coger el coche, casi pillo a un hombre que pasaba a surtir su coche de gasolina.

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