AJUSTE EN TINTA NEGRA
Al finalizar la lectura del libro se estremeció; la última hoja había
sido arrancada dejando la historia en el aire. Procedente de una herencia
familiar, era un libro muy antiguo, imposible de encontrar. ¿Quién habría sido
el perturbado?
En la tapa posterior, observó una dedicatoria dirigida a su bisabuelo Emeterio:
Querido Eme, ¿recuerdas cuando te decía que siempre me dejabas con la miel
en los labios? De tu Inés.
Muy bueno Ziortza,... yo del tataranieto tomaría nota,... algunas cosas se heredan. Buen fin de semana!
ResponderEliminarGracias Norte, claro que sí, se hereda lo material pero también otras cosas menos satisfactorias... Un abrazo.
Eliminar¡Qué bueno, Ziortza! Para pasar el fin de semana de buen humor ;) Un abrazo
ResponderEliminarGracias Eva, siempre es agradable tu vista. Un abrazo.
EliminarQuién le iba a decir que le llegaría a ella la "broma"
ResponderEliminarMuy bueno el micro, Ziortza, un ajuste en toda regla y tinta.
Un abrazo.
Gracias Mila, encantada de verte de nuevo por aquí. Un abrazo.
EliminarUna venganza muy original y con efecto, jaja. Saludos.
ResponderEliminarGracias Gerardo, una venganza que pasará de generación en generación, jeje (bueno para aquellos que sean lectores).
EliminarUn abrazo.
Je, je, je... Donde las dan, las toman. Un micro de un buen humor negro literario. Un abrazo!!
ResponderEliminarGracias David, eso es la venganza en plato frío. ¡Un abrazo!
EliminarHola Ziortza, me ha encantado como en tan pocas palabras puedes decir tanto!! Genial. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Xus es muy amable por tu parte. Realmente hacer micros es muy difícil y cuanto más pequeños, más difícil.
EliminarUn abrazo.
Espero que la curiosidad excesiva no fuera una de sus cualidades más acentuadas, porque vaya faena. Muy bueno, Ziortza, un final desenfadado para un clima de tensión :)
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Gracias Julia, como dices aunque la historia empieza "mal" quería que acabara con un final desenfadado, esa es la palabra.
Eliminar¡Un abrazo!
Muy bueno Ziortza, humor del mejor, venganza, muchas cosas en pocas palabras. Una historia que atravesó generaciones. Excelente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ariel
Muchas gracias, una vez más, por tus palabras, Ariel. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
Hola, Ziortza,
ResponderEliminarUna chica tan fría y calculadora, como parecía ser Inés, no habría destruido algo tan valioso para siempre, no creo que fuese así, es lo que me inspira por la dedicatoria que escribió en la tapa posterior, esa venganza tan estudiada.
Introduciéndome en la mente de la infractora, deduzco que ocultó esa última página, como el asesino de la novela negra que guarda una prueba de su delito para su deleite personal.
Gracias, Ziortza. Como siempre, es un placer leerte. Cuídate mucho, y sigue regalándonos de vez en cuando joyitas como esta.
P.S: Perdona si tu microrrelato provocó un macrocomentario por mi parte, tengo ese problema.
Hola J.J., ahora que lo dices si que es verdad que Inés, haciendo suya la frase de que la venganza se sirve en plato frío (o algo así), no parece el prototipo de alguien que destroce algo de valor, jeje, aunque, por su vendetta, parece que estaba bastante rabiosa por lo que le hacía (o no le hacía, mejor dicho) su querido Eme.
EliminarMe encantan los macrocomentarios, no te preocupes, para mí es un detalle que la gente se moleste en comentar algo de lo que escribo (aunque sean dos palabras).
Un abrazo.