TRANSICIONES
Estoy huyendo, y a veces
se me olvida respirar; cuando me doy cuenta, estoy con un fuerte resuello.
Corro y atravieso la huerta de mi abuelo, abandonada a las malas hierbas,
reconvertida en una tierra estéril e inservible. Rodeo el parque de los
columpios, todo herrumbre y porquería. Paso por la carretera principal y
observo que las tiendas están cerradas con sus cristales rotos. El monstruo me persigue
como todas las noches.
Pero hoy no es como todas
las noches, hoy es diferente. Me he enfrentando a él y está enfurecido. Le he
dicho que todo ha acabado, que el mundo sabrá que es un ogro y no un humano
como pretende dar a entender. Le he arrancado la careta de cuajo. Es cuando se
ha puesto a gritar enloquecido. Y yo…, yo me he arrepentido de ser tan
impulsivo.
Y es que a veces,
inexplicablemente, me creo muy valiente. Pero…, no soy más que un pelele, un
mierdecilla, como decía mi padre. “No tienes ni picardía con las mujeres, ni
coraje con los hombres, ni carisma para encontrar un buen trabajo”. Sí, eso
dijo con la botella en la mano en la fiesta de cumpleaños, cuando cumplí
dieciocho y vino mi novia a casa. A la que luego tocó el culo mientras ayudaba
a mi llorosa madre a recoger la mesa. Le insulté y me pegó un puñetazo. Me
quedé sin novia y con la nariz rota.
¿A quién pretendo engañar?
Y pronto… me va a
alcanzar. Ahora que le he mirado a los ojos, que he penetrado en su alma,
ahora… estará desconcertado, es imprevisible, querrá deshacerse de mí. Tengo
que actuar deprisa, tengo que darle a entender que me necesita, mi cuerpo es su
disfraz, no puede vivir sin mí.
Compré una casa en las
afueras para no ver a mi padre más de lo necesario. Para no tener que inventar
una excusa cuando mi madre me llamaba para que fuera a cenar. Bastante tenía con
agachar la cabeza cada vez que me llamaba a su despacho, en el trabajo que me
había conseguido de mensajero en su empresa de…
Le pediré perdón, sí…, le
diré que soy un farsante, que estoy dispuesto a hacer lo que me pida.
Mi padre solía trocear el
pollo de la cena con un hacha mientras me hacía sujetarlo por el cuello. Subía,
bajaba y ¡zas!, el filo pasaba a escasos centímetros de mi mano. Él mostraba su
sonrisa desdentada al ver mi cara de espanto.
O mejor, acabaré con esto,
me dejaré llevar por él…
* * *
Por fin he conseguido
dominar a este débil de espíritu, a este títere de manual. Me ha costado, tiene
un caos mental evidente. Pero me ha descubierto, ya sabe cuales son mis
intenciones, que en realidad son también las suyas. Tenemos un objetivo común:
ir a por el viejo. Siempre lo ha sabido, lo hemos sabido, los sabes muy bien,
no podemos olvidar lo que nos hizo, ¿verdad?
Por fin has comprendido que tenemos que ir a acabar con
todo. Tengo un plan, escúchame: tendrás que llevar el coche a la gasolinera y
llenar el bote que tienes en el maletero. Iremos a su casa, ahora que vive solo,
y la rociaremos con gasolina. Después la prenderemos fuego, ¿qué te parece?
* * *
Mi padre solía coger el martillo…
Muy bueno el relato. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Eduardo, por tu comentario y tu visita.
Eliminar¡Un saludo!
Un relato inquietante y muy interesante, Ziortza. Me encanta cómo vas combinando la acción con aspectos psicológicos de la historia que nos van dando pistas y ayudándonos a entender. Muy original, me ha gustado mucho :)
ResponderEliminar¡Un abrazo grande y feliz comienzo de semana!
Muchas gracias por tus palabras Julia. La verdad es que, a pesar de ser un relato corto ha sido un poco complicado, ya que no quería que el relato quedara incoherente, pero a la vez no quería explicar demasiado, dando, como dices pistas para ayudar a asimilarlo. Un placer tenerte por aquí.
Eliminar¡Un beso y feliz lunes!
Hola! Me ha gustado la manera en que el protagonista expone su problema. Los padres controladores que maltratan psicológicamente son un problema de hoy en día, en realidad, de siempre, pero ahora los hijos pueden enfrentarse. No sé si tanto como el protagonista jejej pero está claro que el pobre ha tocado fondo.
ResponderEliminarUn saludo, me ha gustado mucho tu relato :))
Hola María. Como le he comentado a Julia era un tema difícil de exponer. Esa dualidad que tiene el protagonista junto con esos nefastos recuerdos de su pasado. Me alegra que te haya gustado. ¡Un abrazo y bienvenida al blog!
Eliminar¡Estupendo, Ziortza! Intenso y trepidante, me quedo con el descalabro mental que producen en el protagonista sus recuerdos. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Eva. Es eso lo que he querido reflejar, en parte. Me gusta que lo hayas visto.
Eliminar¡Un abrazo!
Soy chico Ziortza y confieso que he tenido que leerlo un par de veces, jajaja!. Me ha parecido muy inquietante, con ese protagonista desquiciado por su pasado. Feliz semana!
ResponderEliminarBueno, confieso que la estructura del relato puede llegar a la confusión (aunque no tanto como la del protagonista, jeje). Pero parece que al final lo has pillado, me alegro.
Eliminar¡Un abrazo!
Fantástico micro, los monstruos más terribles son los viven dentro de nosotros. A esos no se les puede derrotar, siempre están al acecho, siempre tenemos que estar en guardia para no perder su control. Esta bien estructurado y se comprende bien. Recuerdo una película en la que salía John Cusack, creo que se titulaba Identity, todos los personajes eran la personificación de los temores del protagonista. Fabuloso como siempre, Ziortza. Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias David. Como siempre haces un análisis perfecto del relato y eso me agrada y mucho. Muchas veces queremos plasmar ciertas ideas y queremos encontrar la manera ideal. ¡Recuerdo esa película! la vi hace tiempo, estás viendo una historia que no es real, está todo en la mente del protagonista...
Eliminar¡Un abrazo!
¡Uf! Al principio me ha parecido algo confuso pero, claro, la confusión está en la mente del protagonista. Cuando le pillas el punto a la estructura de recuerdos y voces, la cosa se vuelve inquietante... más inquietante. Hasta el abrupto no-final... que te deja ahí, colgando en suspense.
ResponderEliminarMuy bueno. Felicidades.
Hola Óscar. Ha sido un reto para mí este relato, ya que como dices la confusión tenía que estar presente, pero a la vez el lector tenía que percatarse de la situación. Me alegra que hayas entendido ese desconcierto ya que era indispensable para la composición del personaje.
Eliminar¡Gracias y un abrazo!
Muy bueno, Ziortza. Un relato inteligente y dinámico. Transmites los altibajos de esa probre alma atormentada. Excelente manejo gramatical
ResponderEliminarMuchas gracias Beba. Tus palabras siempre me animan. Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo.
EliminarHas modelado un personaje complejo sin descuidar la separación de esas dos voces interiores que posee su propia personalidad escindida. Ese monstruo que lo persigue y que lo alcanza no es más que una parte de él. Está claro cuando el narrador dice "mi cuerpo es su disfraz, no puede vivir sin mí". El monstruo que pretende dominar no es más que él mismo, el caos está en su propio interior. Él y su propio monstruo tienen un objetivo común que no es ni más ni menos que vengarse del maltrato de su padre. Excelente composición Ziortza. Una historia que atrapa, conmovedora, y entiendo que, con una llamada de atención hacia los padres.
ResponderEliminarTe mando un abrazo.
Ariel
Muchas gracias Ariel. Como siempre haces un análisis brillante del relato. Efectivamente el protagonista tiene una personalidad de dos caras en la que la parte oscura se va imponiendo. Los párrafos que incluyen el maltrato del padre son historias sueltas para que el lector se haga una idea de lo que pasa por la mente del tipo. Es un placer leerte incluso en los comentarios que haces a los relatos. Y tus visitas a este humilde blog son siempre bienvenidas.
EliminarTe mando un fuerte abrazo.
Muy interesante, Ziortza, has tocado el tema del Yo y sus fantasmas; del ser humano y su sombra o, como decía una historieta de antaño: "El otro yo del Dr. Merengue". Tu enorme capacidad de síntesis ha permitido que el nudo de la cuestión no se desatara y llegaste a buen puerto de una manera sugerente que me encantó.
ResponderEliminarYa sabes que me atraen tus letras.
Abrazote.
Hola Egle, muchas gracias por tus palabras. No conocía esa historia que mencionas, pero si que se puede aplicar al caso. Estoy muy contenta de que te gusten mis relatos, siempre me emociono cuando me dicen algo así.
EliminarTe mando un enorme abrazo.
Es genial. Me alegró que se diera cuenta que el monstruo y el son uno sólo, y consiguiera hacerle frente al monstruo real: *su padre*
ResponderEliminar(Lo de la gasolina, espero que sólo sea metáfora, jeeejeeee)
Gracias Conchi. En efecto son dos personalidades en una. Al final no sabemos que le deparará el futuro, lo dejamos en el aire.
EliminarUn fuerte abrazo y gracias de nuevo por pasarte por aquí.
Hola, Ziortza,
ResponderEliminarCreo que el monstruo es su personalidad vengativa, una especie de yo valiente oculto y justiciero, que lo perseguía porque no se enfrentaba a su padre con rabia, por su cobardía. Una doble personalidad que él mismo creó. Pero su yo débil no es así, se ve a sí mismo como más humano al ser menos agresivo, por eso lo llama "ogro", y huye de él porque no quiere ser un monstruo, no quiere dejarse llevar por él, no quiere vengarse de su padre, prefiere seguir siendo un "mierdecilla".
Al final parece que se cansa de luchar con su ogro y lo deja tomar el control, decide que la otra personalidad domine y lleve a cabo su venganza, aunque solo por unos minutos, porque luego vuelve a desvariar recordando a su padre con un martillo. Un desastre total.
Es lo que me inspira. No sé si voy muy descaminado, pero el texto es complejo y muy abierto, susceptible de muchas y distintas posibles interpretaciones.
Felicidades por un relato tan interesante por su originalidad y por el reto que presenta para el lector que necesite como yo descifrar los enigmas de la mente enferma del protagonista. Un saludo cordial y buena lectura.
Hola J.J., como siempre es una delicia leer tus comentarios. Creo que has dado en el clavo con tu interpretación, por lo menos esa era mi idea, aunque, como dices, el relato está abierto y puede sugerir otras cosas. Recuerdo que me costó hacerlo precisamente porque quería expresar bien la idea, pero luego pensé que era mejor ser más sutil y dejarlo a la interpretación de cada uno. Tengo he de decir que me encanta que hayas "visto" todo tan bien, y te vuelvo a reiterar mi agradecimiento por hacer lecturas tan minuciosas y gratificantes para el que las escribe.
EliminarUn abrazo y ¡feliz fin de semana!