VÉRTIGO
Alfred
Hichcock (1899-1980)
En este fotograma, vemos un plano general de una mujer,
vestida de gris, rubia con un moño, que está sentada en un banco de un museo.
Observa un cuadro. La mujer está de espaldas al espectador, aun así, intuimos
que la visión le resulta fascinante, ya que está sentada, y eso implica que lo
quiere contemplar directamente y durante bastante tiempo. A su lado vemos un
ramo de flores. La actriz es Kim Novak, que interpreta a Madeleine en la
película Vértigo, dirigida por el director inglés Alfred Hichcock, en el año
1958, y basada en la novela D'entre les morts de Pierre Boileau y Thomas
Narcejac.
El fotograma lo vemos desde el punto de vista del
observador, que en este caso es Scottie, personaje interpretado por James Stewart
. De esta manera nos introducimos en la propia acción dramática mediante la
identificación con el personaje. Con el uso recurrente del zoom, vemos las
similitudes entre el ramo de flores de Madeleine, y el de la mujer del retrato,
y el moño que ambas llevan. La composición del fotograma es equilibrada y el
encuadre es fijo. El ángulo que adopta la cámara es recto (eje paralelo al
suelo) y corresponde al ojo del espectador. Hichcock
usaba mucho el primer plano. Sabía de su poder cuando se necesitaba mostrar la
reacción de una persona, su parte emocional. Los usaba de arriba abajo, de
abajo arriba, etc. Jugaba mucho con el zoom, los planos borrosos (con filtros
de niebla) y los ángulos.
La escena en que se encuadra este fotograma es crucial,
ya que nos muestra hasta que punto Madeleine esta abducida por el personaje que
encarna su antepasado.
El pintor Millais era un pintor muy apreciado por
Hichcock, incluso se podría sugerir que muchos planos de Vértigo se inspiran en
John Everet Millais, creador de la escuela prerrafaelita. Una de estas
semejanzas la encontramos, precisamente, en el cuadro que Madeleine observa en
el Museo de la Legión de Honor. Esta pintura, es el de la supuesta bisabuela de
Madeleine, Carlotta Valdés, que pudiera estar inspirado en el cuadro de Millais
"The Black Brunswicker" (1860). El cuadro de Carlotta que
aparece en la película fue pintado por John Ferren con las indicaciones del
propio Hichcock, que sabía muy bien lo que quería. Los parecidos entre ambos
cuadros son asombrosos: el mismo moño, mujer en escorzo, el cuello desnudo,
expresión melancólica, etc.
También vemos influencias de Edgar Allan Poe y el
relato La caída de la casa Usher : el bosque de secuoyas, la atmósfera,
el "viejo amigo", las dos Madeleine y sus paralelismos.
En la película, Kim Novak aparece a la vez distante y a
la vez cercana, una especie de rivalidad entre realidad y deseo. La mujer como
destructora del hombre es un clásico en la filmografía de Hichcock. Una imagen
que gusta mucho al director es el del moño como símil del sexo femenino que
también apreciamos en 39 escalones o Marnie la ladrona..
Este director fue calificado como el "maestro del
suspense" y su dilatada filmografía así lo demuestra. Estamos por tanto
ante una película de este genero (thriller psicológico), pero con ribetes
románticos. O como se ha dicho: la mejor combinación de suspense e historia de
amor jamás vistos en el cine. La película gira en torno a obsesiones y fobias
tan características de este director.
Fue grabada en los Universal Studios, producida por la
Paramount Pictures. Alfred Hichcock, fue un pionero en las técnicas que se
utilizan en las cintas de suspenses. Es el creador de la idea de "cine
puro", donde se pretende lograr el impacto emocional no con los diálogos,
sino a través de las imágenes. Era un
virtuoso en sus movimientos de cámara (como se puede observar en este
fotograma), y un maestro en el montaje, en juntar todos los fragmentos y
realizar una obra redonda. También era un genio de la precisión, que era una
forma de impactar al público. Para él, muchas veces era mejor el punto de vista
de la cámara subjetiva, situada en un punto concreto, que la de los actores.
Para rodar la película se utilizó el Vistavisión (Paramount Pictures lo
utilizaba para rivalizar con el Cinemascope) con lo cual se obtenían imágenes
de gran calidad. Y el Technicolor, que era bastante costoso.
El director
comenzó su carrera en el Reino Unido, pero después emigró a Estados Unidos
donde desarrolló una brillante carrera a partir de los años cuarenta, con
películas casi todas encuadradas en el género del suspense: Rebecca, Con la
muerte en los talones, El Hombre que sabía demasiado, La ventana indiscreta,
Psicosis, etc. Títulos memorables que se suceden hasta la década de los
setenta. Vértigo es una de las obras más poéticas y dramáticas de Alfred
Hichcock, y en principio no fue un éxito comercial, pero, hoy en día,
restaurada, es considerada como una obra maestra del director inglés.
La historia la podemos dividir en dos partes: una
primera desde el punto de vista de Scottie, el personaje que interpreta James
Stewart: un amigo le encarga que siga a su esposa. Su actitud es extraña y cree que está
obsesionada con una antepasado suyo, Carlotta Valdés. Esto cambia a mitad de la
película, cuando la historia da un giro sorprendente.
La película es un torbellino de obsesiones, es
fascinante, casi de pesadilla. A esto ayudaron mucho los títulos de crédito de
Saul Bass que nos introducen en la película y crean el ambiente necesario.
Hichcock quería unos títulos lo más artísticos posibles, y se los encargó a
Bass, que además realizó el célebre cartel publicitario. Son famosos los ojos y
sobre todo las espirales psicodélicas que nos introducen en la obsesión
enfermiza por Madeleine que experimentará Scottie, además subrayada por su
acrofobia. Este vértigo o acrofobia es representado en la película de distintas
maneras: créditos, escalera de caracol, el travelling de 360º cuando los dos
personajes se besan, y el zoom que se realiza hacia adelante con un movimiento
hacia atrás simultáneamente.
En Vértigo el pesimismo es absoluto. La obsesión de
Scottie por abrir las puertas del pasado, la reconstrucción de una
construcción, de una ficción a partir de otra ficción, le llevan a una
reproducción obsesiva, paso a paso y con exactitud.
Los protagonistas escogidos son James Stewart y Kim
Novak. Alfred Hichcock tenía claro a Stewart desde el principio ya que era su
actor de cabecera. Hizo una brillante interpretación. Sin embargo para
protagonizar el personaje femenino en primer lugar se decantó por Vera Miles, e
incluso se hicieron varios retratos de Carlotta pensando en ella. Al quedarse
embarazada, tuvo que recurrir a Kim Novak, al principio reacia por ser la
sustituta. Tuvieron que sortear algunos problemas como el traje gris de la
protagonista que a Kim Novak no le gustaba, como tampoco la intensidad del pelo
rubio. Hemos de hacer aquí un paréntesis para recordar la obsesión de Hichcock
por las actrices rubias. Finalmente Kim Novak le dio una gran intensidad
emocional al film, aunque se dice que Hichcock no estuvo muy a gusto con el
resultado.
También es destacable la banda sonora de Bernard
Herrman, que hace a Vértigo más perfecta si cabe. Con su música hipnótica y
romántica, nos introduce desde el principio en un mundo desasosegante, un San
Francisco fantasmal. Como ejemplo de su fuerza tenemos los veinte minutos casi
sin diálogos, durante la persecución que Scottie hace a Madeleine por la ciudad que nos empuja a un sueño, pero
también a una pesadilla.
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