jueves, 8 de junio de 2017

LIBROS: EL LAGARTO NEGRO Y UN ASESINO EN ESCENA.


EL LAGARTO NEGRO (1934)

Edogawa Rampo (1894-1965)



UN ASESINO EN ESCENA (1935)

Ngaio Marsh (1895-1982)




El lagarto negro:



Edogawa Rampo (pronunciación japonesa de Edgar Allan Poe) es el pseudónimo de Hirai Taro y está considerado el maestro del suspense japonés. Autor prolífico con casi setenta novelas a sus espaldas (sin contar sus numerosísimos relatos), se dio a conocer por la serie policíaca que protagonizaría su detective Kogoro Akechi.

He de decir que no soy muy asidua a la literatura negra (o de cualquier tipo) japonesa, pero con la intención de descubrir otros mundos me he lanzado a leer algunos libros de esta temática. Lo primero que uno se da cuenta cuando se adentra en este tipo de narrativa es que no estamos ante la clásica literatura occidental (ya comenté algo cuando hice una pequeña reseña de El expreso de Tokio de Seicho Matsumoto, aquí). Una forma de expresarse más sencilla, más transparente y a veces con un toque que incluso nos puede parecer infantil. Esto último lo noté sobre todo en la novela Los misterios de la gata Holmes de Jiro Akagawa, que tiene como peculiar coprotagonista a una gata  y cuya serie hizo muy popular en su país a su escritor. Es la que menos me ha gustado hasta ahora, aunque tiene un interesante caso de “habitación cerrada”.

En esta ocasión nos adentramos en una historia de ritmo endiablado, en la que el detective Akechi juega al gato y al ratón de una forma continua con la mala de la novela, la atractiva e inteligente Midorikawa (el lagarto negro), una estrafalaria femme fatale, ladrona de piedras preciosas y coleccionista de los más raros y espeluznantes “objetos”. Los giros constantes y la deducción al estilo Sherlock Holmes son los otros protagonistas de la novela. Todo ello acompañado de un ritmo vertiginoso y algo de sentido del humor. Lo mejor de la novela: los giros (a veces encantadoramente inverosímiles) constantes y esa especie de admiración y veneración mutua que sienten el protagonista y su antagonista a pesar de su rivalidad.



Un asesino en escena:



La escritora Ngaio Marsh fue considerada junto a Christie y Dorothy L. Sayers una de las grandes escritoras británicas de genero criminal durante la época de los años veinte-treinta del pasado siglo. También fue directora de teatro y en esta novela hizo una conjunción perfecta de sus dos grandes aficiones. El detective Roderick Alleyn (de esos tipos observadores, un poco fríos, que dice poco acerca de sus descubrimientos pero a la vez da mucho juego) tendrá que resolver el asesinato de un actor al que todo el mundo parecía odiar, que se produce en plena función y en la que, casualmente, él estará presente.

En este sentido la novela la podemos diferenciar en dos partes: la primera se desarrolla en el teatro donde conoceremos a todos los sospechosos (al más puro estilo Agatha christie, casi todos tendrán un móvil para haber llevado a cabo el asesinato)  y su situación en la escena en el momento del crimen. Y una segunda parte en la que Alleyn comenzará sus pesquisas y deducciones para esclarecer el caso.

Con un estilo clásico, directo, compuesto casi exclusivamente por diálogos, la trama se irá desenredando a medida que se va enredando (me explico, es de esas novelas que cuando el detective parece tenerlo más claro, nosotros estamos más perdidos) y en ese sentido hay que estar bastante despierto en la lectura. Un humor sutil y a veces cínico nos hará más deliciosa esta novela que se lee en un suspiro y que te deja con la agradable sensación de haber leído algo muy trabajado.

11 comentarios:

  1. Ohhh que gran reseña! Aunque las novelas que comentas no las he leído, sí que me gusta la literatura japonesa. Tienes razón con que son más transparentes a la hora de escribir, bueno más bien que no navegan en mares de dudas o contradicciones morales. Todo es en plan: lo hice...porque sí. Sin muchas florituras. Yo he estudiado japonés y en contra de lo que pueda parecer, no hay muchas maneras diferentes de construir una frase, pero construirla es realmente difícil, porque, por ejemplo, para hacer una negación, añaden palabras a la afirmación, o para hacer una pregunta también añaden todavía más palabras. No conjugan verbos, sino que añaden palabras y solo para tres casos: pasado, presente y futuro, sin pretéritos pluscuanperfectos, ni past simple ni nada, solo añaden y al final queda una frase larguísima (no sé si me estoy explicando demasiado bien jejej) y el tema de los kanjis ni te cuento!! Por eso creo que suenan infantiles. Porque si encima tienen varias maneras de construir la frase se volverían locos. Pero a mí me gusta la literatura japonesa, aunque no sea capaz de leer una novela sin traducir. Justo la novela que acabé ayer es 47 Ronin.
    Y después de mi momento frikazo...me ha gustado mucho tu entrada. La primera novela me la apunto para leer, y la segunda tiene buena pinta. Creo que quizás (ya que la comparas a las autoras) debería leer primero 10 negritos, porque es un crimen que todavía no la haya leído!! Pero me ha llamado la atención cuando has comentado ese humor sutil y cínico! Aixxx mi lista de lecturas pendientes no hace más que crecer y crecer. Un besito guapa, muy buena entrada :)

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    1. Jo, María. ¿Hay algo que no hayas hecho? Je, je, je... Estupendo aporte a la entrada de Ziortza. Un abrazo!

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    2. ¡Muchísimas gracias María! Cómo dice David hay pocas cosas que no hayas hecho, pero eso indica que tienes un espíritu inquieto y que te gusta aprender de la vida, ¡eso es estupendo!
      Además me has ayudado con tus explicaciones a entender un poco la forma de expresarse de los japoneses. Es curioso, pero a pesar de las traducciones, enseguida te percatas de que el libro no está escrito por un occidental. La cultura y las costumbres son diferentes y eso se nota también en la literatura.
      Creo que las dos novelas son un buen divertimento. Se leen muy fácil y muy rápido, así que cualquiera estaría bien. También puedes leer Diez negritos que si no sabes nada del desenlace ¡esta genial!
      Muchas gracias de nuevo, María, es un gustazo que te pases por aquí y dejes tus comentarios tan enriquecedores.
      Un besazo guapa.

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  2. Confieso que el género de novela negra no es de mis preferidos. Recuerdo que cuando era adolescente leía libros de autoras como Agata Christie o Mary Higgins Clark, pero ahí me quedé. No me importaría volver a leer algo del estilo, pero parece que siempre encuentro alguna excusa para hacerlo.
    También tengo muy pendiente la literatura oriental, que me llama mucho. Creo que no me importaría dar una oportunidad a las dos novelas que nos traes, aunque tal vez me atrevería primero con la de Rampo, por lo diferente.
    Buenas recomendaciones.
    Un abrazo grande.

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    1. Hola Sofía. Creo que la novela negra, a pesar de lo que puede parecer, no es del gusto de todo el mundo. A mí me encanta, pero entiendo que haya gente que prefiera otros géneros.
      Espero que si lees alguna novela del género o incluso alguna de estas dos, te gusten. Son bastante entretenidas y no buscan nada más que eso.
      Muchas gracias por tus palabras.
      Un fuerte abrazo.

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  3. Interesantes recomendaciones, Ziortza. La verdad es que no he leído literatura japonesa pero adoro las novelas en las que el diálogo es el motor de la trama. Y si además es de género negro, ¡ni te cuento! Gracias por estas recomendaciones que nos permiten conocer lecturas que pasan escondidas entre tanta oferta. Un abrazo!

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    1. Gracias David. En este caso, las dos novelas son de muy rápidas y con muchos diálogos (sobre todo la segunda), a mí me han gustado, son para leer en dos tardes como mucho.
      Un fuerte abrazo.

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  4. Hola Ziortza, estoy haciendo una lista de libros para leer en verano que es cuando los devoro sin piedad y creo que se me está haciendo demasiado extensa ya. Pero estos que tan bien explicas hoy, ya están anotados. Realmente no sé cómo voy a realizar la criba, tal vez por sorteo :-). Tengo una lista de 20 libros y otra de 20 películas pendientes. Y hay que ir a la playa, a comer por ahí, escribír...
    Bueno, un cariñoso abrazo y gracias por las recomendaciones.

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    1. Hola Miguel. No sé en cuanto tiempo te las quieres leer pero ¡veinte libros, son muchos! Películas a dos por día..., bueno, jeje. Y cómo dices hay que aprovechar a salir un poco a la calle, aunque hay que reconocer que con las aficiones que tenemos es difícil, jajaja. ¡Habrá que montar un cine de verano, ja!
      Bueno espero que al final te resulte fructífero y que lo que elijas sea por lo menos entretenido.
      Un abrazo muy fuerte.

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  5. La única novela japonesa que he leído es "Nunca me abandones", de Kazuo Ishiguro, claro que él ha vivido en Londres desde su niñez si no recuerdo mal. Éstas que tú descubres hoy, a mí al menos, parecen interesantes, aunque eso de que el estilo resulte muy directo y sencillo me hace pensar que quizás eche algo de menos. Sumado a que el género negro no es mi favorita, le resta algún punto.

    Gracias por recomendaciones tan bien hechas y variadas, Ziortza. ¡Contigo una nunca termina de hacer descubrimientos! :))

    Un beso enorme.

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    1. ¡Hola Julia! Me suena el nombre de ese escritor pero nunca he leído nada de él. Bueno es normal que para nosotros sea una literatura minoritaria, por costumbres y cultura, aunque como dices está bien leer otros tipo de historias que te llevan a otros lugares.
      Muchas gracias por tus siempre cálidas visitas, Julia.
      Te mando un abrazo muy fuerte y ¡feliz semana!

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