OTRA VUELTA DE TUERCA (1898)
Henry James (1843, Nueva York-1916, Londres)
Esta es una de esas novelas que he reevisitado varias veces porque
siempre encuentro algo nuevo, dibujo nuevas interpretaciones en mi mente, y
sobre todo porque sigue fascinándome a pesar de que se han cumplido ya ciento
veinte años desde su publicación.
Y es que esta novela de fantasmas, una de las más influyentes en la
historia de la literatura en este género e incluso en el cine, pudiera no ser
de fantasmas. La gente que la haya leído seguro que me entenderá. Las primera
vez que la leí (hace doscientos años por lo menos) sentí terror, las
posteriores veces desasosiego o curiosidad, pero, desde luego, siempre
inquietud.
Una institutriz, humilde pero con una educación exquisita, se traslada a
una casa de campo a cuidar de dos niños aparentemente adorables y que están al
cargo de un tío que no quiere saber nada de ellos (al menos eso parece, ya que
la condición que exige es que “no quiere ser molestado”). Ella se siente
fascinada (o enamorada) por este personaje. Con estas premisas se dirige a la
mansión Bly a cuidar de los críos. Flora y Miles, son como ángeles caídos del
cielo. Todo es perfecto hasta que comienza a tener visiones de antiguos
empleados de la casa: Quint, el criado o ayudante del amo, y la señorita
Jessel, la anterior institutriz, ambos fallecidos en extrañas circunstancias y
que al parecer tenían una relación amorosa. Ella supone que la
malignidad de estos fantasmas es total y que su objetivo es influir en la
personalidad de los niños y arrastrarlos hacia un precipicio moral.
Nos encontramos ante una novela en que todo es sugestión, nada se
contempla como cierto ya que se deja a la interpretación o intuición del
lector.
Y es que hay que destacar que, salvo una pequeña introducción, el libro
está escrito en primera persona, es un relato narrado por la propia institutriz
que cuidó de los niños; un manuscrito que ha llegado a manos de un hombre que
lo lee ante un grupo de conocidos: el relato dentro del relato. En este sentido,
los lectores somos como ese conjunto de personas que escucha atentamente. Esta
característica hace todavía más difícil la interpretación de los hechos, ya que
solo conocemos la versión de la protagonista.
Ella ve fantasmas. Y son malos porque ella nos lo dice. Y nos cuenta que
por esa causa tiene que “salvar” a los niños de su influencia, porque a pesar
de las apariencias esos niños también ven a los muertos y tienen una relación
perversa con ellos que viene del pasado. Por otro lado, la ama de llaves, la
señora Grose, es una mujer sencilla que quiere creerla y parece estar muy
sugestionada por la propia joven.
La dicotomía está en saber si los fantasmas realmente existen o si solo
están en la cabeza de la institutriz. Esto provoca una gran inquietud mientras
leemos la historia, y todavía más al final, cuando no salimos de dudas. ¿Hay
algo que va mal en la cabeza de la joven mujer? ¿Existen en ella deseos
reprimidos por una sociedad puritana que a la menor oportunidad enjuiciaba a
las mujeres? ¿Sus visiones son una respuesta de su mente en un intento de
querer separar nítidamente el bien del mal, lo puro de lo insano?
No encontraremos respuestas a estas preguntas. Es más, cierto agobio y
perturbación llegan a estar muy presentes. Es de destacar las conversaciones de
la narradora con el pequeño Miles, que no hacen más que introducir más
elementos de confusión a la historia, o la supuesta falsedad o doblez de Flora
lo que nos lleva a otras preguntas sin respuesta: ¿son los niños realmente
malos, le siguen el juego a su cuidadora, o están “defendiéndose” de una mente
enferma?
Esa figura del “niño maligno”, aunque ahora pueda parecernos algo
estereotipado o explotado hasta la saciedad sobre todo por las películas del
género del terror, en aquella época era algo infrecuente en la literatura y,
Henry James, también fue un precursor en eso.
Para rematar, el final escalofriante fulmina cualquier expectativa que tengamos
concebida “a priori”. Cerraremos la historia como más nos convenga o según la
hayamos percibido. No es una tarea fácil.
Esta novela ha sido adaptada infinidad de veces en el cine. De todas las
que he visto, la película que más me ha impresionado es la injustamente
desconocida The innocents de Jack Clayton (1961) o como se tituló en España en
todo un alarde de originalidad, Suspense (tócate los…, mariloles, para
qué andarnos por las ramas).
La película es una fiel adaptación de la novela corta de Henry James
aunque, quizás, un poco más explícita en algunos casos; también contiene
situaciones que en el libro no se dan (Truman Capote participó en el guión). Esto
lo achaco a que el cine tiene que “mostrar” un lenguaje diferente al de la
literatura, dado su carácter visual o sensorial (esa canción infantil que suena
una y otra vez y que no augura nada bueno).
La ambientación es exquisita con esa mansión plantada en mitad del campo,
perfecta para el juego que nos va a presentar el director. Devorah Kerr hace
una interpretación excelente como puritana institutriz. Su cara pasa de la
adoración a la perplejidad y al pasmo, del pánico a la perturbación o la
locura. Y lo hace admirablemente bien. Los niños también sacan adelante
bastante bien unos papeles, que no son nada fáciles dada su complejidad, sobre
todo el chico que interpreta a Miles, Martin Stephens, en ese rol de
niño-hombre por la forma en que se expresa.
Como muestra de estos aspectos, esta hipnótica escena en la que Miles
recita un poema:
Un suspense psicológico en blanco y negro llevado admirablemente a lo
largo de la película con esa sugestión y ambigüedad presentes constantemente,
igual que en la novela.
Una cinta cuya influencia es evidente en mucho del cine de terror y de
fantasmas posterior, como podrían ser las españolas Los otros o El
orfanato.
Sin duda Otra vuelta de tuerca es de esas novelas con miles de interpretaciones. Recuerdo que cuando la leí yo también me quedé con muchas dudas sobre qué era real y qué no. Imagino que para la época a más de uno le puso los pelos como escarpias, pues era entonces cuando comenzaba a popularizarse el género de suspense.
ResponderEliminarDe la película no tenía ni idea, así que ya tengo dos trabajos pendientes: releer el libro y ver la versión cinematográfica.
Un abrazo, Ziortza.
Gracias Sofía. cuando la leí la primera vez era una cría y mi interpretación era única: había fantasmas y me dio pavor. En esa época no entendí la sugestión ni lo ambiguo, con los años en sucesivas lecturas lo comprendí mejor (bueno a medias, jeje).
EliminarEspero que disfrutes si ves la película, es escalofriantemente deliciosa.
Un abrazo guapa.
Hola Ziortza, en tu texto has pronunciado la palabra clave que puede o entiendo yo que puede englobar a Henry James: precursor.
ResponderEliminarNo he leído la novela, ni he visto la película, pero según te iba leyendo me iba percatando de que efectivamente podríamos hablar de este autor como el que de una u otra manera abre el genero de terror en los que esos "niños malignos" han dado y siguen dando tanto juego tanto en el cine como en la literatura.
Respecto a la película, que en mi caso es lo que más me interesa, me han entrado unas enormes ganas de verla y solo de ver la escena que has mostrado compruebo que ahí hay cine y del bueno. Además Deborah Kerr fue una gran actriz. Por cierto, lo de los traductores de cine viene de lejos, ja,ja,ja, si habláramos de crímenes traductores en España y aún más en México, podríamos hacer prácticamente un blog secundario dedicado a estos menesteres :-)
Un gran abrazo y gracias por estos regalos envueltos en cine y literatura.
He leído algún libro más, aparte de este, de Henry James y es un escritor que me apasiona. Con este libro logró algo insólito, y eso que es una novela muy cortita. El tema de los niños que ahora nos parece tan típico en las pelis de miedo, en esa época era algo inusual (finales del siglo XIX), así que tuvo que ser algo impactante (y más teniendo en cuenta segundas interpretaciones).
EliminarTe animo a que veas la peli, Miguel, estoy segura de que te va a encantar. Obviemos el título porque creo que es una de las mayores chafadas en cuanto a títulos de pelis que he visto.
Gracias por tus amables palabras, compi.
Un beso muy grande.
Lo leí hace tanto que lo tengo muy olvidado, aunque sí recuerdo el final abierto que comentas! También recuerdo que me gustó. Una casa victoriana con fantasmas es una historia que da para mucho, por eso creo que de esa idea pueden surgir mil historias , como Los otros y el orfanato.
ResponderEliminarNo sabía que existía una película del libro, por lo que comentas parece que es una buena opción! Me voy de tu entrada con deberes ;)
Si veo la peli, antes reelería el libro, para poder comparar!!
Me ha gustado mucho reseña, es muy completa, y me has hecho pensar en una historia que tenía olvidada!!
Un besote guapa!!! :*
¡Hola guapa! El final es de esos que no se olvidan (ni en el libro ni en la peli). La casa de campo solitaria en medio del campo, hoy nos parece algo terrorífico y muy utilizado en el cine, seguro que estas obras influenciaron mucho en esto.
EliminarYo haría las dos cosas, leer el libro (que es muy cortito) y ver la peli, jeje.
Un besazo, María.
Pues esta es una novela que tengo en mi lista de espera. La adquirí no hace mucho (Amazon me la recomendó tras comprar y leer una novela de este género titulada "El pensionado de Neuwelke") pero todavía no he tenido ocasión de leerla. Ya me atrapó el argumento después de leer la sinopsis y ahora aún más tras tu reseña. Este tipo de historias me atraen mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Espero que si la lees te guste, Josep, a mi desde luego me encantó, lo diálogos son ambiguos con sabor a otra época, pero aún así atrapan.
EliminarMuchas gracias por tus comentario.
Un fuerte abrazo.
Leí esta estupenda novela cuando era jovencita (quizá demasiado para leerla, no sé) y me impresionó muchísimo. Más que por el tema de los fantasmas sean reales para todos o solo para la institutriz, me impresionó el tema de los niños "malignos". Eso me produjo verdadero terror.
ResponderEliminarNo sabía de la película, me encantaría verla. Y me gusta muchísimo Deborah Kerr. A ver si me hago con la peli.
Una reseña genial, Ziortza.
Mil besos
A mí me ocurrió lo mismo Chari, por eso también me impactó tanto, me dio muchísimo miedo porque yo creía en los fantasmas, jeje. Y los niños eran tan... así que hacían todavía la lectura más desasosegante.
EliminarSi no has visto la peli, te lo recomiendo sin duda (creo que está en YouTube).
Un besazo, guapa.
No recuerdo haber leído la novela y sí me suena la película pero desdibujada porque hace muuuuuchos años. El terror psicológico, ese no saber quién ve esos fantasmas, esos niños que no son tan inocentes o sí, o qué intereses hay ocultos me parece un escenario ideal para ser de lo más terrorífico y me han dado ganas de leerla, la apunto aunque con la lista tan inmensa que tengo de lecturas pendientes no sé cuándo le tocará.
ResponderEliminarBesos
Desde luego a mí me da muchísimo más miedo el terror psicológico, en el que casi todo hay que imaginárselo, que el gore o sangriento tan de moda ahora, ese en todo caso me da asquito.
EliminarEspero que si lees la novela algún día te guste, conxita.
Eres muy amable por pasarte por aquí, te mando un abrazo muy fuerte.
Buscare el libro
ResponderEliminarAbrazos
¡Hola Chaly!
EliminarEspero que te guste si lo lees.
Un abrazo muy fuerte.
Lo leí en mi adolescencia, así que imaginate el susto que me dio la historia, porque no hilé fino y lo tomé literalmente como una historia de fantasmas. Es muy cierto lo que decís del clima que produce inquietud y cierta perturbación, sobre todo con los niños.
ResponderEliminarTu estupenda reseña me ha incitado a releer el libro, ahora desde otro punto de vista. No vi la película que mencionás y tampoco las otras, el videito que dejaste es muy bueno.
Una entrada super completa, Ziortza ¡felicitaciones!
Besazos.
Te pasó igual que a mi Mirella, lo leí literalmente (a esa edad una no tiene tantos recursos) y me asusté muchísimo con los fantasmas y esos niños..., leyéndolo de adulta aunque ese desasosiego no se va, se lee observando más matices, con muchas dudas, pero con otra perspectiva. Muchas gracias por las palabras amables, guapísima.
EliminarUn besazo grandísimo.
Después de pasar por tu post, querida Ziortza, mi dilema es si leer antes la novela o ver antes la peli. Lo que tengo claro es que no me quiero perder ninguna de las dos :)
ResponderEliminar¡Qué buena reseña! En lo que a mí respecta me has descubierto un título que desconocía por completo pero que me ha parecido interesantísimo. Además el terror/suspense es un género que me encanta y del que hace tiempo que no leo nada. Un millón de gracias por la recomendación.
¡Un beso enorme y feliz viernes!
¡Hola julia! Cualquiera de las dos opciones es igual de disfrutable. A mí me gustaron las dos casi por igual, cada cual es para degustarla de diferente manera. Sí te gusta el suspense te gustarán, y además tiene el plus de que es "algo" más que terror o suspense.
EliminarMuchísimas gracias por tu cariñoso comentario, guapa.
Un besazo grandísimo.
Esa ambiguedad que tan bien describes en tu entrada es lo que verdaderamente te descoloca, ¿verdad? No he leído el libro ni visto la película per me imagino esa sensación de arenas movedizas bajo los pies cuando estás leyendo. Me ha encantado tu entrada Ziortza!
ResponderEliminar¡Hola Norte! Descoloca y a la vez quieres saber más, hasta que te percatas de que no vas a saber nada más, que ahora te toca a ti hacer tu propia lectura de la historia.
EliminarMuchas gracias por tus palabras y por tu visita, Norte.
Un fuerte abrazo.
Hola. He leído el libro y he visto varias películas. Cuando era niña me pasó igual que a ti, creí que había fantasmas y que eran perversos, como los niños, que estaban corrompidos. Luego, la puedes interpretar de diferentes maneras. Buena entrada. Un saludo.
ResponderEliminar¡Hola Ana! Yo creo que nos pasó a muchos que leímos el libro y éramos un poco jóvenes. En diferentes lecturas, la historia ya cambia.
EliminarGracias por tus palabras, te mando un fuerte abrazo.